Si lo que digo no es canto
Ni del alma una oración
Entonces tal vez es llanto
¡DE MI AÑEJO CORAZÓN!
Por irradiar alegría
La justicia y la verdad
Hay quien niega en realidad
Mi expresión en poesía.
Al restarle su valía
No me origina quebranto
Mas bien razono entretanto
¿Qué es un dolor infinito?,
O de mi entraña es un grito
Si lo que digo no es canto.
II
Por invocar autoestima
Y criticar la violencia
Se le obvia su presencia
Y el aporte de mi rima.
Casi nunca se sublima
Su mensaje con visión
Y al discurrir la razón
Ya nadie lo encuentra regio
Y dicen que no es arpegio
Ni del alma una oración.
III
Por despertar patriotismo
Y no exista explotación
No recibe ni mención
mi versar con optimismo.
Por motivar altruismo
Y vencer el desencanto
brinda afecto puro y santo
Pero más el ser padece,
Y si al humano entristece
Entonces tal vez es llanto.
IV
Que se acabe el desaliento
Y el que impone su avaricia
Es que el indigno hasta enjuicia
Al que reluce talento.
Ya no más el descontento
Y que exista promisión
entereza en la misión
Y se genere enseñanza,
Mientras expando confianza
¡DE MI AÑEJO CORAZÓN!
V
Al detectar la mentira
Y la infamia del farsante
No falta el ser vacilante
Que por el dolo suspira.
Quien en la sombra delira
No entiende mi moraleja
Y al no hilar en la madeja
No comprende mi perfil,
Que sino es trino sutil
De repente es una queja.
VI
Añoro la libertad
Más censuro al abusivo
Y se aplique el correctivo
Por la nueva humanidad.
Ansío moralidad
Y el innovado talento
Y lo esbozo en su momento
En cada declamación,
Mas si no es recitación
¡Seguro es la voz del viento!