Examina tu conciencia, debes recordar siempre que Dios observa todo y no hay peor castigo que nuestra propia conciencia.
Nunca exijas a los demás, más de lo que pueden hacer, cuando se espera mucho de los demás, suelen haber desagradable sorpresas. Tu apariencia que nunca sea de una persona irresponsable. No seas una persona que muestra una aparente despreocupación por las cosas existentes. La desconfianza es uno de los peores defectos y se llega al extremo que a veces desconfiamos hasta de nosotros mismos. Siempre debes confiar en algo, de lo contrario, seríamos muy duros y faltos de fe. No te entregues con facilidad a los placeres ilimitados. Si vives muy rápido, te acabarás de aquí a muy poco tiempo. Si tienes una caída en la vida, recapacita y trata de no volverlo a hacer, pero que no deje tanta huella en ti, por que con el correr del tiempo se olvida todo.
Mejor frecuenta más el campo y disfruta del aire fresco. Realiza siempre ejercicios, nunca te encuentres fuera de forma. Si organizas todo tu tiempo, tendrás oportunidad de realizar más de lo que tenías en mente, de lo contrario se truncarán tus aspiraciones. Cuando te levantes en las mañanas, lo primero que debes pedirle a Dios, es orientación y dirección, después dísete a ti mismo mentalmente, que todo te va a salir bien, repasa todas las actividades que tienes que realizar y sale a la calle y camina como si fueras a una fiesta, con bastante alegría, mira a todos con amor y que en tu sonrisa haya el brillo de la sinceridad y que todos tus fuerzas estén concentradas en las actividades que vas a realizar y lleno de optimismo y dicha empieza a hacerlas efectivas y que nada ni nadie signifique para ti una barrera que impida la consumación de tus fines. Si se trata de llorar, llora hasta que te salgan las lágrimas. Si se trata de reír, ríe hasta el cansancio, pero si se trata de trabajar, no termines llorando, ni cansado porque las acciones que nos dan la vida, debemos hacerlas con bastante felicidad.
Acostúmbrate a mirar a Dios con el ideal de toda persona, piensa que mientras más te perfecciones, más te acercas a Él, porque al costado de Dios hay un trono desocupado que puede ser tuyo si tratas de lograr la felicidad y el éxito en este mundo.
Si todo es libertinaje
La conducta es fantasía
Y no forma su valía
Como todo personaje.
El hombre de fino oleaje
Se diseña su sendero
Y con sabio derrotero
Edifica su sitial,
Y nunca deja su umbral
¡AL SER DE TODO EL PRIMERO!