Sobre calidad humana, desarrollo personal, normas de conductas; se ha escrito hasta la saciedad en todos los idiomas.
En la mayoría de los países del mundo existen eminentes pensadores que tratan de cambiar a la humanidad con sus voluminosos escritos. Quien no ha leído a Paul. C Jagot, Napoleón Hill, Dale Carnegie, Og Mandino, Miguel Angel Cornejo, etc., y en estos momentos el que está de moda y es considerado como el nuevo gurú de la meditación trascendental, Deepak Chopra, natural de la India pero que radica en los EE.UU.
Si se hace un análisis de sus maravillosas propuestas, llegaremos a la conclusión que hay cierta similitud entre ellos. Todos basan sus leyes de transformación en que el hombre es una unidad total y que si hay una perfecta línea melódica entre la mente, el cuerpo y el espíritu, el hombre es capaz de las más grandes hazañas en aras de la cima de la excelencia y por ende su bienestar general. Todas las fórmulas expuestas son de enorme utilidad para la humanidad. Es que aparte de los conocimientos que el hombre puede adquirir también necesita de métodos científicos para comprender el mundo en que vive. Lo correcto sería extraer lo más interesante de cada uno de ellos y adaptarlo a nuestra realidad ya que somos una sociedad pluricultural en la cual cada departamento tiene las mismas necesidades pero son realidades distintas desde todo punto de vista. Además no todo está en preparar a nuestra mente para vencer los escollo, sino que exista en nuestro entorno las condiciones necesarias como para trascender en el tiempo y el espacio conforme queremos ser. No es nada beneficioso un sector de la patria concientizada y con entrañas enriquecidas con el poder interno que cada cual alberga en su ser; mientras a la vuelta de la esquina lo que prima es la corrupción y la inmoralidad.
Quizá cuando la nueva hornada de juventudes preparada mentalmente como para no dejarse doblegar ante ningún avatar de la vida gobierne el país, cada cual tendrá esperanza de un cambio para subsistir en mejores condiciones. Mientras tanto, no hay fórmula mágica que de la noche a la mañana señale el nuevo rumbo a nuestra patria. Es que una minoría busca el cambio, y a otros le conviene el caos actual, la crisis; porque esa es la única forma que existe para lograr todo lo que desean en esta vida. El mal para una parte es dañina y para otros es la causa de su felicidad. De esta manera gira el mundo. Por eso mientras, lo que más conviene es formase moralmente con solidez y así se conviva junto a la delincuencia, hacer prevalecer sus convicciones morales y no sucumbir ante el brillo del oro que a veces da riqueza pero en otras te da la muerte. Con una personalidad indoblegable se puede avanzar hacia la cima del éxito a la espera del cambio total que reside en nosotros mismos si nos despojamos de todo tipo de negativismo. Los que se han acostumbrado a vivir bajo la frondosa sombra del poderoso de turno agachando sumisamente la cabeza, dueño un servilismo sin nombre, les hacemos recordar que el hombre no sólo es un consumidor de todo lo existente sino debe ser un eterno creador de su destino y solamente se logra esta categoría cuando se vive en libertad plena y con la conciencia limpia. El esclavo de sus complejos, de sus malas costumbres, de su pesimismo, de su aislamiento voluntario por una errada forma de existir; para bien de la humanidad, debe cambiar aunque sea lo último y lo único bueno que haya hecho durante toda su denigrante existencia. El hombre deja frutos y raíces para la posteridad cuando sus huellas son profundas y nunca se fija en cosas de poca importancia. Siempre camina con sinceridad, sin poses y pensamientos fingidos, hacia delante; teniendo como armas la justicia y la verdad.