Ante la ira de enemigos dale calma
y serenos horizontes de comunes visiones,
Si el desatento no mira a los ojos,
Pues son de oro sus papeles
En su ruta vacía,
El saludo frío de los enfermos de orgullo
Por las calles del recuerdo,
El olvido fortuito del hermano de sangre
En el jardín de la existencia,
La respuesta airada del huérfano de sosiego
frente a los bríos del talento fiel,
De los desposeídos del afecto sutil
En protesta gris.
Del amante de la violencia
Para tapar su ineptitud glacial,
El embriagado de saber de pasos en el aire
Con aureola de rey en su trono de papel,
Frente al ser de ambiciones mil
Deseoso de pintar el firmamento
Con el color de su codicia,
El vanidoso de vuelo soberano
En su nave sin espacio,
El pedante con halo de estrella
en oscuros espejismos,
El envidioso de anhelos sin frontera
Con sueños de poder,
Los heridos en el alma por el umbral ajeno
de cálidas victorias
La furia en la entrañas por el triunfo ajeno…
Ante la rabia del vil humano
¡si los miras!, apiádate de su mal
y sigue tu camino hacia la gloria
Ha perdido su rumbo y marchará a la deriva
Si no evoca a la humildad
En cada alborada junto al sol.
2005-11- 23