Para despertar las ansias de vivir
Y lucir la aureola del deber cumplido,
En vez de odiar a cada instante, mejor ama hasta la muerte.
En lugar de la maldad sin límites
Antes de albergar la avaricia en tus entrañas
Ofrenda las bondades de tu espíritu
Y hospeda en tu ser la noria del afecto.
Si alguien se cree sabio y mira por sobre el hombro,
Compadécete de su ignorancia,
La fuerza de la mente se mide con amor.
Espera al desconsuelo con los brazos abiertos
Para saber comprender las heridas del entorno amigo.
Seca lágrimas con el manto de tu bondad,
Nadie está libre del llanto repentino.
Si hay destellos de falsía en tu ruta cotidiana
Preferible es la verdad por ser la puerta del cielo.
Si toca a tu puerta el orgullo,
Si asoma por tu ventana la infamia,
Si hallas en tu camino a la soberbia,
Si te encuentras cara a cara con el pedante;
Se cortes con ellos, más no se queden contigo,
Pueden nublar tu buena estrella
Por ser de mal augurio
Y hacerte esclavo de ti mismo.
Si tienes deseos de enjaular a una ave,
Enciérrate un minuto con tu soledad
Y sabrás el precio de la libertad.
Si quieres amar y ser amado
Y probar las mieles de sus pétalos,
Siembra en tu corazón la semilla del respeto.
Se de tu hijo el sendero de la gloria
Pero no lo mires desde tu áureo altar,
El brillo del cetro pasajero
Depara vanas fantasías.
Si te agobia la orfandad
Y se aleja el umbral de tus sueños
No te desesperes pensando en mala suerte,
Canta, ríe, baila, toca,
En la expresión del fuego interno
Está el valle de ventura.
2005-08-28