ENTRE ERROR Y LO PERFECTO

El que critica el defecto
bien oculta sus horrores
no existe el hombre perfecto
ni sabio libre de errores.

Quien no realiza un trabajo
nunca comete un vacío
arremetiendo con brío
puede sufrir altibajo.
Recibir jun golpe bajo
no sería lo correcto
es que por algo es electo
sí se supera con creces,
lo medite hasta dos veces
el que critica el defecto.
II.
El de albor inteligente
de fiel superioridad
si no cultiva humildad
va directo a la pendiente.
mal informando a la gente
ante escasos resplandores
solo causa resquemores
por visible incompetencia,
a veces vana excelencia
bien oculta sus horrores.
III
Por el variado matiz
del más ducho ser humano
ni por saber soberano
se salva de cruel desliz.
Así tenga real cariz
de connotado dialecto
a pesar de tanto afecto
se le escapa algo profundo,
sí en toda la faz del mundo
no existe el hombre perfecto.
IV
Por distinta ocupación
abarcan todo terreno
y si no se pone freno
puede haber falsa expresión.
Más no es nula la impresión
sí sustenta sus furores
y al aclarar sus fervores
se afina la competencia,
pues no hay máxima sapiencia
ni sabio libre de errores.
V
De vez en cuando un traspiés
y si a tiempo se le enmienda
sale airoso en la contienda
superándose el revés.
Descuido por nada lo es
ni origina resquemores
más bien son alentadores
pero nunca irse de boca,
sí el que menos se equivoca
obligando a ser mejor.
VI
Con un desfase en la acción
no es que todo está perdido
solo en algo se ha inhibido
para más satisfacción.
Se logra superación
y experiencia se propende
su calidad la extiende
en mejora del sistema,
al yerro no se le tema
pues de la falla se aprende.
 

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