NICARAGUA fue su cuna
Donde vio la luz divina
desde muy niño se inclina
Amarla como ninguna.
Bajo la luz de la luna
Enriquece su faceta
Y luciendo faz inquieta
Hace lo bello adorable,
E irradia huella imborrable
ERNESTO CARDENAL, POETA.
II
En letra y filosofía
Adquiere conocimiento
Pero es amplio su talento
Por ser hombre de valía.
Forja su sabia bravía
cimentando innovación
Y se genere la acción
Al ser revolucionario,
consigue ser solidario
SACERDOTE DE VISIÓN.
III
Versaba tras el el fervor
De un teólogo equitativo
E inclusive traducido
En más idiomas en flor.
Su meta era dar candor
Más ajeno de la treta
Borrando del ser la grieta
Del que sólo el mal imparte,
era diverso en el arte
AL TENER ALMA DE ESTETA.
IV
Fuente real del sentimiento
opuesto al ser denigrante
Amor y paz dio constante
de su sólido talento.
Por su libre pensamiento
Y humana realización
Generaba en su misión
Mejor vida sin cesar,
en pos de fiel bienestar
¡ANSIABA LIBERACIÓN!
V
Fue a prisión ajusticiado
al defender los derechos
padeció frente a los hechos
Sin perder su postulado.
Su sacerdocio anulado
Luego ser restablecido
Y ante el injusto sentido
Siguió luchando en el frente,
Por la que es líder valiente
DE UN AFECTO DESPRENDIDO.
VI
Por mandato superior
Hoy marcha al descanso eterno
Y hereda un orbe fraterno
De infinito resplandor.
Su espíritu creador
Deja ruta meritoria
pues por edénica euforia
Denota anhelo cumplido,
más por ángel desprendido
TENDRÁ HORIZONTE DE GLORIA