LA BATALLA DE MOQUEGUA

Por un país de fiel talla
donde no exista cadena
de una sangrienta batalla
Moquegua sirvió de escena.

 

Fue un veintiuno de enero
de mil ocho veintitrés
un tan fatídico mes
que se luchó con esmero.
En rojo y blanco sendero
es donde el encuentro estalla
el desacierto que se halla
las finales apuraron,
tras su lucha se inmolaron
por un país de fiel talla.
II
Fue Canterac por Valdés
quien estuvo al otro lado
don Rudecindo Alvarado
por patriota sin revés.
De valor ejemplo es
bajo un aurora serena
y sin una estancia amena
se peleó por noble anhelo,
es que se añoraba un suelo
donde no exista cadena.
III
Por Samegua los patriotas
situaron su artillería
y luego su infantería
con integrantes de notas.
Las coordinaciones rotas
municiones que no se halla
la estrategia que les falla
donde hoy queda el cementerio,
fue testigo sin misterio
de una sangrienta batalla.
IV
Por el contraste en Torata
y la moral decaída
ante desunión habida
no había una fuerza innata.
La unión se desbarata
a los valores cercena
el mal tiempo lo condena
que a los ánimos abate,
pues de un terrible combate
Moquegua sirvió de escena.
ESTRAMBOTE
Por las rencillas internas
entre mandos militares
generaron avatares
y las rutas no fraternas.
Las horas fueron eternas
vislumbrado al vencedor
al ganar el invasor
abusó a todas vistas,
pues sembraron los realistas
en Moquegua cruel terror.
VI
La maldad y vandalismo
tras duro ajusticiamiento
aumentaron el lamento
activando antagonismo.
Más por vil negativismo
es un hecho criticado
y por siempre censurado
el cruel delito indignante,
pues tras saqueo aberrante
Moquegua fue desvastado.
 
 
 
 

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