Más requiere el habitante
Un espacio de armonía
Y que reine la alegría
Sin la miseria indignante.
No haya hambruna gravitante
Y se irradie complacencia
Más por divina la esencia
encuentre la ambicia fin,
Y será el orbe un jardín
SI YA NO EXISTE VIOLENCIA.

II

En aras de creaciones
Se afiance el conocimiento
Y fortalezca el talento
Con sendas inspiraciones.
Las vastas motivaciones
Que inciten al esplendor
Y tras  leal común albor
Sea la paz quien fe concita,
Que el  mundo más necesita
¡UN DOS MIL QUINCE DE AMOR!

V

Que  cada cual se enternezca
En espacios naturales
Y evitándose los males
Optimista se amanezca.
El sentimiento florezca
Con los aromas de flor
Y el más bello resplandor
En el alma sea caricia,
Y cese al fin la avaricia
ANTE EL HUMANO CANDOR.

III

Ajeno a raza y color
A continente e idioma
La unión sea quien  asoma
Sin un distinto furor.
Al unísono fervor
Se aleje la mezquindad
Y sin la mediocridad
La vida surja en torrente,
Y DIOS active la mente
¡HACIA NORTES DE EQUIDAD!

VI

Al buscar realización
Si hay   afán expansionista
Sin fervor antagonista
Propender la proyección.
Se logre la promisión
Bajo mutua competencia
Admitiendo trascendencia
Y al firmamento  remonte,
que un edénico horizonte
SERÁ POR EL ARTE Y CIENCIA.

Así se quiere que venga
El próximo año nuevo
Que al SEÑOR mi rezo elevo
Y su poder intervenga.
Que la calma se sostenga
En pos de ecuanimidad
Y en planetaria hermandad
Se evite todo exterminio,
Y el afán de más dominio
¡LO REEMPLACE LA HUMILDAD!