Todo ser que viene al mundo
Tiene un fin tarde o temprano
Así tenga rumbo vano
O derrotero fecundo.
Hasta el de rastro profundo
No escapa de tal sentencia
Y así goce de solvencia
La misión sin más culmina,
Y lo que nace termina
AL SER  DIVINA LA ESENCIA.

II

Al ser el dolor motivo
Por la pérdida fortuita
No más DIOS  fuerza suscita
Y dispone otro objetivo.
Con afecto positivo
Aceptar la decisión
Y con casta reflexión
Que haya un sólido cimiento,
Y es que ante el fallecimiento
¡QUEDA LA RESIGNACIÓN!

V

Entre la vida y la muerte
La distancia es muy pequeña
Se marcha hasta el que se empeña
En dejar su paso inerte.
De nada vale ser fuerte
O de vasta proyección
Si se acerca la inacción
No caer en desaliento,
Y aprovechar el momento
SIENDO UN TIEMPO TODA ACCIÓN.

III

Se extrañará su presencia
Más conservar la cordura
Pues quien ora más procura
Reconfortante experiencia.
Con desbordante paciencia
 ante el designio mayor
superarse es lo mejor
y sentir su compañía
Y no  habrá ruta vacía
SI HAY ETERNO RESPLANDOR.

VI

Si  la tristeza aparece
Y más que hondo sufrimiento
que no se pierda el aliento
Si es que el orbe se ensombrece.
Quien de mesura adolece
Denotar fiel consistencia
Y meditando a conciencia
Evocar por siempre al alma,
Y no hay que perder la calma
SI CONCLUYE LA EXISTENCIA.

El que se va, no ha partido
Si el recuerdo es muy frecuente
Si no se lleva en la mente
Ahí si muere por olvido.
Al ser lucero encendido
Da su espíritu unidad
Y al dar luz y propiedad
Velará por su familia,
Y estará siempre en vigilia
¡CON SU AMOROSA VERDAD!