Un espíritu refleja
De su acuosa realidad
Y da fiel tranquilidad
Que  la mente se despeja.
La  brisa que en  el ser deja
Es un eco de frescura
Y la dicha se apertura
Y en su faz resplandeciente,
Y tal joya está presente
ENTRE VERDOR Y NATURA.

II

Le da al alma calidez
Al irradiar su remanso
Y al ser lugar de descanso
Da armoniosa placidez.
No falta la exquisitez
En actitud desprendida
Y ante una mesa servida
Al ámbito da color,
Y da al instante valor
¡DONDE FLORECE LA VIDA!

V

Bajo un cielo cristalino
Es torrente de bondades
Y al deparar calidades
Parece un ojo divino.
Las aves con dulce trino
Dan su nota conocida
El tiempo malo se olvida
Con tan buenos elementos,
Y vibra a los cuatro vientos
QUE SU REMANSO CONVIDA.

III

Da el espacio su energía
En  contacto con la piel
Y la euforia del vergel
 A la entraña da valía.
Trasmite fiel ambrosía
Que se alegra el corazón
Y hace fértil comunión
Donde se nota el afecto,
Y ese contacto en directo
DEL LATIDO ES LA RAZÓN

VI

Es edénico paisaje
Que depara una ambrosía
Y despierta la alegría
Por ser tan fresco paraje.
Es un hermoso hospedaje
De una  infinita hermosura
Que motiva la ternura
En toda su dimensión,
Y en plena vegetación
OMO ES NORIA DE AGUA PURA.

La entraña se regocija
Por la visión tan brillante
Que al entono fascinante
Forja una ruta prolija.
El reencuentro es una fija
En maravillosa esencia
Se reafirma la conciencia
Por ser de DIOS un  afluente,
Y se retorna a la fuente
¡DEL COSMOS DE LA EXISTENCIA!