con sus alas de ambrosía
y que siempre noche y día
brinde espíritu sereno.
Al delito ponle freno
por tu santa potestad
el saber en realidad
venga libre del pecado,
siendo firme don sagrado
en honor a la verdad.
II
Con tus fuerzas invencibles
que se acabe todo mal
el amor en gran caudal
venza hasta los imposibles.
Has a tus hijos sensibles
tras fecunda inspiración
con muy vasta creación
y aptitudes generosas,
de músicas muy hermosas
llena todo corazón.
III
Nunca ofrezcas vida larga
nada más lo suficiente
para cumplir cabalmente
con la misión emprendida.
Una promesa cumplida
es la más grande ilusión
y con sincera emoción
derrotando a la tristeza,
al ser luz de tu grandeza
reflejar tu creación.
IV
Ante el duro sufrimiento
que a la miseria se enlaza
a tu pueblo pronto abraza
para evitar el lamento.
Haya fe todo momento
y una férrea voluntad
floreciendo la amistad
como flor inmarchitable,
pues si reina el ser afable
se irradia felicidad.
V
Para vencer las maldades
danos la fuerza del mar
has del hombre un ejemplar
escultor de sociedades.
Aleja calamidades
y la hoguera del infierno
activa un espacio eterno
sin dolor ni la avaricia,
brillando más la justicia
por tu mandato fraterno.
VI
Sobre la espléndida faz
que no exista más la guerra
y vuele sobre la tierra
la paloma de la paz.
Siendo el paisaje feraz
tendrá la vida color
una aureola de esplendor
cubrirá el celeste verso,
pues de todo el universo
eres nuestro salvador.
VII
Señor que estás en los cielos
ofrenda tu compañía
cólmanos de tu alegría
evitando los desvelos.
Que no tengamos recelos
ante el abrazo escabroso
irradia un orbe precioso
con tus divinas bondades,
heredando cualidades
desde tu manto piadoso.