Por distintas latitudes
he viajado en mi existencia
y no he logrado a conciencia
Despejar mis inquietudes.
En inmensas plenitudes
Del verdor en amplitud
No he encontrado gratitud
Que el descanso me permita,
Y tu das luz infinita
EN LA MÁGICA QUIETUD.

                   II

Se del bello amanecer
cerca a las cumbres andinas
De las sombras mortecinas
De un silente anochecer.
El imborrable placer
De una luna  en plenitud
Y de la fiel magnitud
De un perfumado  jardín,
Que en tu silueta sin fin
SÓLO ENCUENTRO LA VIRTUD.

Se de tan bellos paisajes
En la tierra y junto al mar
De la armonía sin par
De repentinos celajes.
Hay esplendidos parajes
En majestuosos senderos
más sus rayos verdaderos
no apaciguan mi quebranto
y no  igualan al encanto
DE TUS OJOS HECHICEROS.

Se de la grácil belleza
En las colinas y valles
De los encantados talles
Frente a la naturaleza.
Admiro a la fiel grandeza
De los astros pasajeros
De los aires compañeros
Que salvan la flor herida,
y en tus ojos sólo  hay vida
¡DE OTROS MUNDO PLACENTEROS!