Porque lo quiere el destino
Cuando nadie imaginaba
En tu lecho estás postrada
Que aceptarlo no termino.
Junto al silencio mezquino
De tu ser sólo hay despojos
Y los más tristes abrojos
Atisba una ruta impía,
Y en tu ser no hay energía
AL NO HABER FUEGO EN TUS  OJOS.

                            II

En tu boca no hay la risa
Que a tu rostro lo adornaba
Y en tu figura callada
Esta ausente una sonrisa.
Ya no luces esa brisa
Cuando a tu lado de hinojos
Te cumplía tus antojos
Con albor resplandeciente,
más por tu entraña silente
NO BRILLAN  TUS LABIOS ROJOS.

                             IV

Es opaca tu mirada
Por el ocaso temprano
Y me parece inhumano
Tu fortuita retirada.
Tu partida no anunciada
silenció tu calidez
y al ser más que insensatez
por qué pudo ser así,
es que nada queda en ti
NI TU MÁGICA ESBELTEZ.

Te llamo y no me contestas
Al cesar tu vibración
Y a pesar de mi expresión
En ti no hallo las respuestas.
Atrás quedaron las siestas
Y tu diaria placidez
Y sin vasta solidez
Tu figura yace en calma,
Y se te nota sin alma
¡POR TU FRÍA PALIDEZ!