Una eterna compañía
No es tan sólo coincidencia
Es reflejo de valía
¡DE LA SANTA PROVIDENCIA!

No es todo enamoramiento
Generado desde el alma
Es por eso que la calma
Se precisa en tal momento.
Si existe razonamiento
Y sutil sabiduría
El ser humano se guía
Bajo una ruta frondosa,
que sólo da fe exitosa
UNA ETERNA COMPAÑÍA.

II

Se puede andar sin caminos
Y hacer caso al corazón
Más que nunca la ilusión
brinde sendos desatinos.
Si son los nortes genuinos
Que denoten suficiencia
Y que prime la conciencia
Al nombrar al que aparece,
Que hallar al que se merece
NO ES TAN SÓLO CONCIDENCIA.

III

Que no limiten los sueños
La majestad del idilio
Pues si acaso pida auxilio
No se acuda a los ensueños.
Si hay realistas empeños
Se hace sólida la vía
Y se logra la ambrosía
Que da ruta verdadera,
Entonces la compañera
ES REFLEJO DE VALÍA.

IV

Quien tiene sus atributos
Y dotes de humanidad
Le da senda a su beldad
En espacios absolutos.
Si hay sentidos resolutos
Y es de lúcida elocuencia
Se consigue complacencia
Y se cimenta el abrazo,
Y se genera un buen lazo
¡DE LA SANTA PROVIDENCIA!

V

No es la desesperación
Que a la pareja da paso
La cordura en todo caso
Consolida la pasión.
Una fiel meditación
Con sentida propiedad
Depara fiel unidad
Pero jamás la insistencia,
Que tan sólo la paciencia
OFRENDA FELICIDAD.

VI

Quien tiene ecuanimidad
Y se vigila así mismo
Da valor a su optimismo
Y hay afecto de verdad.
Aflora la afinidad
Bajo mutuo resplandor
Y se unifica el candor
Con cariño solidario,
Más buscar no es necesario
¡QUE SÓLO LLEGA EL AMOR!