Con importante realeza
Obsequia su dimensión
La majestuosa belleza
¡AL QUE TIENE CORAZÓN!

Una persona agradable
Que derrocha simpatía
Se debe tal ambrosía
A su esencia insuperable.
A su carácter estable
Por que en su alma hay la grandeza
Y destella su destreza
Más allá del infinito,
Y eso irradia el erudito
CON IMPACTANTEN REALEZA.

II

Esa aureola de tersura
Está en la naturaleza
No más que la sutileza
No la ve cualquier criatura.
Todo espacio de hermosura
Lo detecta el de visión
Que en su divina misión
Cultiva don celestial,
Y al de esencia espiritual
OBSEQUIA SU DIMENSIÓN.

III

Reside tan fiel bondad
No tan sólo en la mujer
Es propio de todo ser
Que luce capacidad.
De la entraña es cualidad
Y es reflejo de entereza
Y trasmite su realeza
Bajo nítido candor,
Y no es tan sólo exterior
LA MAJESTUOSA BELLEZA.

IV

Aquel brillo fascinante
A todos no cae igual
Para algunos es total
como también degradante.
Depende del buen semblante
Que origina la emoción
Y dicha disposición
Deviene del que ama tanto,
Y no más llega el encanto
¡AL QUE TIENE CORAZÓN!

V

No hay lógica en el aprecio
Depende de quien lo mira
Para muchos es mentira
Que se merece el desprecio.
Hay quien no le pone precio
Al de dudosa verdad
Y por tanta variedad
No hay resultante efectivo,
Que para uno es atractivo
MÁS EN OTROS ES FEALDAD.

VI

Lo importante es tener vista
Y un sentido muy selecto
Y la clave es el afecto
Que al amplio entorno conquista.
Quien no es vil antagonista
Y es de humano resplandor
por ser fuente de furor
tiene poder absoluto,
que tan bendito atributo
¡ESTA EN EL SER INTERIOR!