EL SOL DE LA EXISTENCIA HUMANA

Hay personas de cierto nivel profesional o no académico que por esas causas que Dios dispone y el hombre propone, llegan a ocupar puestos de importancia en la que tienen poder de decisión y hasta personal a su cargo.

Aún cuando usted puede haber aprendido a acentuar lo positivo en sus actitudes y hasta haber empezado a usar un lenguaje positivo más consciente, es posible que todavía experimente drenajes de energía que aparentemente hacen más lenta su evolución. La rabia, el miedo, el resentimiento, la distancia, el escepticismo y el ponerse en víctima, para no mencionar el cansancio liso y llano, constituyen circunstancias comunes en la vida para la mayoría de nosotros.
Al principio, al abrirse a una conciencia más elevada de su vida, tal vez empiece a experimentar estos estados más seguido o en forma más intensa. Si se siente confundido, le cuesta tomar una decisión o reacciona a lo que lo rodea con miedo, ansiedad y desconfianza, no se comunica con facilidad, no confía en si mismo y en sus capacidades, piensa que todo le puede salir mal, todos estos son signos de que su energía bajó. Todos pasamos por estos periodos. ¿Qué debemos hacer? Ponerse en contacto con la propia energía tal como es. Si siente baja su energía y necesita un impulso, primero póngase en contacto con su cuerpo para identificar exactamente que siente. En la mayoría de los casos, le resultará útil escribir sus sensaciones en un diario.
Un ejercicio simple que puede hacer para energetizarse o para resolver un problema es imaginarse rodeado por una luz. Es muy bueno para hacer en las pausas del trabajo o en cualquier lugar en el cual no quiera llamar la atención. Cierre los ojos brevemente. Imagine que lo baña una gran lluvia de luz y lo envuelve en un resplandor. Disfrute este baño de sol interior. Sienta el calor y el brillo de la luz. Imagine que el cuarto en el que está sentado está inundado de esta luz. Tómese unos minutos para intensificar la imagen. Repita la experiencia varias veces al día durante una semana y vea si observa cambios en usted o en quienes lo rodean. Ellos también reciben la luz y la energía, lo sepan o no.

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