VACÍOS DEL SER HUMANO

La corrupción es total
Abundan los inmorales
E imperan los desleales
Con el acoso sexual.
Hay quien brinda tanto mal
Como  cruel ingratitud
La indiferente actitud
del soberbio y orgulloso,
Y el sabio facineroso
¡LUCIENDO FALSA VIRTUD!

 Siempre nos encontramos con  personas que aparentan ser totalmente morales y honestos, cuando sobre esa careta de bondad se oculta un  ser vil que al menor descuido, te aplica una puñalada por la espalda y se consuma el más cruel de los delitos. Más no encuentro una explicación cabal, si hacer el bien y mostrarse tal como es, no cuesta nada y forjar la fidelidad es la llave de las más grandes realizaciones humanas.
En esta vida no faltan  los seres que en algún momento de la existencia, cuando llegan a tener poder de un momento a otro, en al ámbito, político, social o económico; creen que los que están a su lado, son sus súbditos y tienen que obedecerle ciegamente al pie de la letra lo que indica, así este mal panificada la acción. Si tan fácil es conservar la humildad a cada instante y  tratar a las  personas con amabilidad y dejarlos que actúen con libertad para que puedan desarrollare todas sus facultades mentales en bien de la sociedad.

Es común para ciertas personas, que la tenencia de dinero o de riquezas materiales, lo transforme totalmente y caminen mirando a los demás por sobre el hombre, como si fueran eminencias y de un saber sobrenatural. Si nadie por ser archi millonario, rico  o potentado,  va a gozar de la eternidad en este mundo, en vista que lo único  que no conoce de olvido es el conocimiento cuando  deja huellas profundas sobre la faz terrenal para la posteridad.
Se ha hecho una costumbre que las empresas que empiezan de la nada, tratan de ocupar el estrellato a la velocidad de un rayo y para ello, en el desempeño de sus actividades, se valen de normas vedadas de  enriquecimiento ilícito que determina un ascenso digno de admiración para el que no sabe el origen de su umbral fortuito. Más no se porque se cae al abismo de la ignominia, si todo lo que mal viene, mal termina y al final se quedan de la misma forma como empezaron y además repudiado por todos los que sintieron el dardo de su maldad.

Cuando los atributos físicos, científicos,  culturales y artísticos; trascienden en ciertos seres más allá del común de las personas, hay quienes se sienten por la nubes y ya no conocen a su entorno. No se por qué  esta  vana conducta cuando nada es duradero. Todo es un tiempo nada más. Cualquier momento se acaba la gloria y nos encontramos por la misma vereda compartiendo la indeferencia de la gente por no conservar una ecuanimidad en todo instante que nos toca vivir.
Hay personas que no están preparados para ejercer un puesto de gran envergadura, por eso al tener personal a su cargo; a pesar que no hace nada porque la mayor parte de la acción lo hacen los demás empleados, aparenta ante su superior que él hace todo y si no esta presente en el negocio, se viene cuesta a bajo la organización. No se porque esa opinión tan errada, cuando todo éxito empresarial es el producto del esfuerzo del capital humano en su conjunto, en razón que el trabajo en equipo y objetivos solidarios es lo que da mayor resultados.
Es casi común que hayan personas que basados en su atributos físicos o económicos se crean el máximo exponente de las veleidades terrenal y ante la  llegada del verdadero amor, de una manera inmadura; desprecian lo que puede ser la pareja de su vida, dejan pasar una magnifica oportunidad de ser felices tan solo por vanidad y orgullo. No piensan que el amor llega solamente una vez en la vida y que lo demás es ilusión y que por ser como tal, solamente  lleva al fracaso en la vida amorosa de los seres humanos, la no valoración del real y sólido  sentimiento.

 

Hay quienes se creen estar viviendo en el altar de la fastuosidad, sin tener los atributos necesarios como para aspirar tal honor y piensan que los demás tienen que rendirle pleitesía como si fueran reinas del olimpo. Es preciso saber que todo lauro mal ganado, no es eterno y al ser tal alcurnia, producto de la pedantería, una vez que se acaba el tiempo de apogeo; se desvanece el trono de la abundancia y se vuelve a ser el mismo de antes. Es por eso que en las buenas y las malas hay que lucir una identidad realista, sin vanagloriarse de nada, porque la aureola de grandiosidad resulta efímera sino fue cosechada con el propio esfuerzo.
Abundan los que  se dedican en cuerpo y alma a provocar  el mal por doquier en toda los actos que tiene que hacer para subsistir y no respetan a ninguno, hasta llegar al colmo que se creen que nadie le va a hacer nada porque cuentan con buenas amistades y actúan a diestra y siniestra porque la justicia no esta hecho para  ellos.   Si en cualquier momento el árbol que le da la sombra se pueda marchitar y se quedan sin apoyo y es cuando se tiene que agachar la cabeza, pisar tierra y empezar a caminar confundido en el mar de gente que lo mira con desprecio por su voluble parecer.


Algunos, que no son tan pocos; piensan que para ser exitoso, hay que tener edificios, dinero, chacras, ganado, cuentas bancarias en euros, auto último modelo, tres amantes o más; cuando eso solamente lo hace una persona adinerada e inconciente y envanecido  por el brillo del oro que lo torna pudiente. Si de igual forma  por esfuerzo propio o delinquiendo se puede lograr este sitial pero no es exitoso, solo tiene soles, billetes, dólares, etc. En este sentido, si se es reconocido por todo el entorno por sus dotes de persona legal, por sus conocimientos como profesional, por sus habilidades, atributos mentales, por su creatividad, por ser cultor de la amistad, por ser humano, humilde pero innovador; con empatía, proactivo, con sinergia; disfruta con su grupo circundante del sitial que goza,  es totalmente desprendido; es líder con ideas innovadoras; da la mano al que en verdad necesita; así no tenga chequera en el bolsillo o ahorros en el extranjero, o un yate en Acapulco; recién podemos hablar que es una persona de éxito.  Es que el espacio donde vivimos no es un planeta para millonarios, sino para transformadores de la sociedad  en aras del bienestar general.
Todos dicen saber las claves para lograr ser un  triunfador y cínicamente hasta se atreven a dar consejos; pero son los primeros que están a la expectativa de ver algo mal parado paras llevárselo y que forme parte de su futura riqueza. Por eso es preciso recordarles que la fuerza de voluntad, la sinceridad, el afán de creatividad, la solidaridad y la sabiduría con visión de mundo, son las únicas estrategias que convierten  al ser en una persona capaz de dejar obras imperecederas para la posteridad porque es una persona que rompe esquemas por sumamente emprendedora.

La persona que es extremadamente desconfiada y cree que todos le va a robar, insultar, violar, maltratar, engañar, menospreciar; esa falta de credibilidad en los demás,  hace que se vuelva huidiza, antisocial, calculadora, que siempre va a la defensiva  porque  es uno de aquellos seres que no tiene personalidad ni sabe por dónde camina ni a dónde quieren llegar. En aquel que se lo merece, previo examen a conciencia, es posible confiar y tener fe. Por eso al tener esa visible inconducta, está destinada al fracaso, tan solo por su falta de humanidad y seguridad en si mismo y no tener la cualidad de distinguir el bien y el mal y solo está acostumbrado a suponer lo que en algunos casos no es así.
La mentira por ser el mal del siglo XXI pero que se utiliza para lograr el estrellato y la aceptación del pueblo; cuando se vuelve forma de gobierno, de actuar, de vivir, de conversar, de tratar; se convierte el ámbito incierto, tenebroso y lleno de nubarrones. Es que tan solo la verdad es el valor moral  con la cual se edifica el mañana de los pueblos.  La falacia es  la guillotina que cercena los más grandes anhelos de superación en bien  de los grupos humanos que están al borde de la pobreza. Por esta gran razón, así duela, hay que apuntar hacia la veracidad  de los hechos y en base a ello, edificar la ruta hacia el futuro venturoso, que se le ve lejano, difícil pero que es posible con tesón.

En las esferas sociales y en todo tiempo, no faltan aquellos que se suben  a las faldas del gobernante de turno para tener trabajo, comodidades para si mismo y toda la parentela a cambio de su  servilismo y sumisión. Más cada vez que hay cambio en el equipo, ahí están presentes; es que son especialistas en ponerse otra  camiseta según la ocasión y como si fuera una epidemia, cada vez proliferan con más facilidad. Esta actitud de ciertos grupos sociales es la causa directa porque nos encontramos atrasados en todo el sentido de la palabra. A pesar  que se comenta que gozamos de bonanza económica. Aún siendo un país de gran tradición y un pasado lleno de gloria, seguimos padeciendo de las más grandes necesidades, mientras otro sector está por sobre todas las cosas por su acercamiento al que luce la banda que le da majestuosidad.  En virtud a ello es preciso que se acaben de una vez por todas esas castas de oportunistas mediocres, de aprovechadores, de suplantadores, que bajo el escudo de algún partido, o agrupación, tiene licencia para acaparar todos los puestos de trabajo habidos y por haber, mientras que una gran mayoría desde que amanece, invoca a todos los santos para poder parar la olla y mantener a la familia, e invoca al divino porque ya no cree en los humanos.
Es visible como hay quienes negocian su silencio, su libertad personal a los grandes   manipuladores de la realidad nacional. De la noche a la mañana se construyen ídolos, adalides, guías, líderes virtuosos, en base a la publicidad subliminal. De lo contrario le hacen la guerra a la autoridad del momento para sacarle provecho  pues por callarse la boca, les da la oportunidad de  acomodar a quien se le venga en ganas en los puestos de trabajo o recibir dinero por alabar a la persona sin merecerlo.  De igual manera, de la noche a la mañana, pasarse al equipo gobernante, desempeñarse a medias en lo que no sabe hacer y apenas se queda sin la preferencia, empezar de nuevo con el ataque diario hasta ablandarlo y sacar partido de la famosa libertad de prensa y vivir de ella.

La poca o nula valoración del talento, de los intelectuales, de las habilidades,  de las capacidades, de las cualidades, del inanatismo personal; da pie a que se trabaje con la gente menos especializada en las tareas que bien pueden llevar al crecimiento y desarrollo de la comunidad. Al hacer acopio del personal sin nortes a la vista,  para pagar favores políticos o ayudas en campañas electoreras;   determina que se labore con lo peor de la vidriera y por eso es que los resultados de tan desatinada decisión, son desastrosos y que a cualquier localidad, lo llevan al abismo del abandono y el receso. Es que el profesional capacitado con experiencia, el joven emprendedor, el  dotado de atributos fuera de lo común, desgraciadamente camina cual desocupado por las calles de siempre con su título bajo el brazo o de lo contrario se dedican otra actividad muy ajena a la que estudió;  mientras que el bueno para nada ocupa un buen puesto en la Ata Dirección del ente; por esas cosas que da la vida, que nadie entiende pero que crea millonarios de la noche a la mañana.

Ocurre que algunas personas, no todas felizmente; después de haber vegetado por 30 años en su mismo escritorio, haciendo una labor sin trascendencia para las grandes masas y que le restó tiempo para remotas realizaciones, ya en la última curva de su existencia, se animan a estudiar y con esfuerzo o no, logran Maestrías, Doctorados, y otros grados más, lo que sería muy halagador y sujeto a eterna felicitación por ser ejemplos de superación,  si es para mejorar su producción, servicio y eficiencia y dar mejores luces en su labor cotidiana que realiza en bien de la comunidad. Más si es con el fin de eternizarse en el puesto y trabajar hasta que Dios quiera, desplazando  a un joven con nueva mentalidad y que necesita dar su aporte a la sociedad; no se está ganando nada y más parece una simple e indignante egolatría sin límites;  salvo que sus Proyectos de Investigación por ser totalmente innovadores, transformadores, sirvan para eliminar para siempre  la extrema pobreza, la desocupación, la drogadicción, la delincuencia, la inmoralidad   y gracias a ello se pueda  marchar con paso firme hacia la victoria total plenos de prosperidad, para beneplácito de toda la nación y del mundo entero.

Los conocimientos pueden  ser académicos y que son adquiridos en los centros de estudios superiores técnicos y universitarios; como también predisposiciones nacidas con la persona antes del conocimiento y que al desarrollarlas, le depara el pico más alto de la popularidad.  De la conjunción de ambos de manera equitativa y visionaria, indudablemente se llega a límites inimaginables de metas por realizar. Más no siempre ocurre así, como por ejemplo en el arte integral, por citar algunas de las múltiples actividades del hombre. En todas sus facetas tenemos valores, graduados a veces por la necesidad de surgir, a golpe de constancia, tesón, fuerza de voluntad al realizar la práctica diaria de su oficio, habilidad o atributo que le nacen del alma y logran sobresalir de manera sobrenatural y por su calidad comprobada; no inventada porque los hechos lo dicen. Ellos con  todo derecho que le asiste; muy bien pueden delegar esa sabiduría a su entorno en aras de multiplicar la sapiencia. Más en ciertos casos encuentran impedimentos por los eruditos titulados en centros de prestigio y trayectoria y se les margina a pesar de todo el caudal de creatividad que poseen. En realidad es preciso que se medite sobre estos casos y se le brinde la oportunidad de cristalizar lo que nació con ellos y puedan llegar hasta donde les alcance sus deseos de superación en base a su talento original, porque de lo contrario se estaría marginando, separando, mancillando, desplazando, olvidando a un valor que muy bien por su creatividad, puede formar parte y con creces integrar  la  legión  de  grandes iluminados de la historia que marcaron época por sus dones artísticos y excepcionales y que muchas veces, salvo contadas excepciones,  no tienen; ni  tendrán tampoco, los connotados y encumbrados profesionales de las mejores Universidades del mundo.  De esta reflexión nace el real postulado que si el saber adquirido o habilidad motivada, tan solo sirve para sobrevivir en este corto paseo terrenal y  no da frutos para bien del que más lo necesita; se está a la misma altura de aquel que no sabe nada. Los hechos son lo únicos testigos de la capacidad humana, porque en cuestiones del saber, no tiene cabida la propaganda barata de valorar lo  invalorable o hacer posible lo imposible.
Por todo lo expuesto con la verdad en la mano, hay una gran realidad que no se puede ocultar: lo que  sembramos es lo que cosechamos. Entonces si el cambio no lo hacemos ahora, no se prioriza con agresividad, no  se va a realizar nunca. Por eso lo único que queda es hacerse un examen de conciencia pleno de imparcialidad y definir realmente, ¿qué somos en este mundo? Y según el resultado sea cual fuere, tomar las medidas correctivas necesarias,  no sólo pensando en el bienestar personal o familiar, sino  de toda la nación en general, adquirir más virtudes para potencializar las acciones en pos de más efectividad y eliminar defectos y con la fuerza que nos da un ser superior, empezar nuevamente nuestro tránsito hacia le umbral de la excelencia. Para ello hay que humanizar y espiritualizar  al humano aún más para que al fin exista  una perfecta  comunión de pensamientos y el mundo en su totalidad se encamine hacia objetivos comunes en base  a solidaridad planetaria.

La tarea es difícil pero con el esfuerzo de todos y deseo de un cambio total, es posible ascender a la cima de la montaña que es la felicidad en base al conocimiento y que determina  el bienestar general por siempre.


AL CASTILLO DE ILUSIONES
Al no ser conocimiento
Si hay rasgos de afectación
Así  diga que es  talento
¡ES TAN SOLO PRESUNCIÓN!

Quien derrocha petulancia
Se le opaca su sapiencia
Y por nula consistencia
Lo sepulta su arrogancia.
Es fingida su prestancia
Por su oscuro fundamento
Y se vuelve un elemento
De una fatua validez,
Y  tan sólo es  altivez
AL NO SER CONOCIMIENTO.

II

Quien muestra sabiduría
Y resulta vanidoso
Por demasiado pomposo
Se rechaza su valía.
Su inclemente felonía
No goza de aceptación
Y perjudica su acción
Pues daña a la sociedad,
Y al no tener humildad
ES TAN SOLO PRESUNCIÓN.

V

Si algún  sabio es un pedante
y soberbio sin barrera
su tan conducta  altanera
Le da un rumbo vacilante.
Su futuro no es fragante
Por su falsa erudición
Y su tenue ostentación
Le origina mil recelos,
Y termina por lo suelos
SI HAY RASGOS DE AFECTACIÓN.

III
La ingratitud del  ufano
como desprecio denota
Es cantada su derrota
Por ser más que un inhumano.
Si el sabihondo no va al llano
se deshace su cimiento
y la indiferencia al viento
Lo titula de orgulloso,
Y es no más un  desdeñoso
ASI DIGA QUE ES TALENTO.

Su visible insensatez
Le depara un precio caro
Y lo lleva al desamparo
Por su vana intrepidez.
Su enorme desfachatez
Y su falta de humildad
Así tenga calidad
Lo margina del aprecio,
Y en las brumas del desprecio
VA CAMINO A LA ORFANDAD.

VI
La excesiva suficiencia
Si no es mostrada con hechos
Se le tornan muy estrechos
los umbrales de excelencia.
Cae amarga su presencia
Como son los fanfarrones
Y al brindar desilusiones
Se desvanece su gloria,
Y arrastra su vanagloria
¡POR VARIAS GENERACIONES!

 

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