MADRE QUE ESTÁS EN EL CIELO

Por amorosa presencia
siendo mujer de  valía
Se te evoca en tu ausencia
¡AL SER MADRE HOY  TU DÍA!

Eras reina del hogar
Por maternal atributo
Y por tu afán resoluto
Fuiste ejemplo sin cesar.
Tu elocuencia fue ejemplar
de muy vasta consistencia
Más por tu amable elocuencia
Despejabas toda bruma,
Pero tu aura no se esfuma
POR AMOROSA PRESENCIA.
Te creí por siempre eterna
Por inmensa tu bondad
Y tu generosidad
De grata fuente fraterna.
Justo en la etapa moderna
Aceptaste su ambrosía
que tu grácil alegría
se tornó en feraz vertiente,
brindabas luz en torrente
SIENDO MUJER DE VALÍA.
III
Tu sonrisa de cristal
Daba un espacio de gloria
Y despertabas la euforia
En tu entorno en especial.
Era de aire angelical
El fulgor de tu conciencia
Más sin ir en competencia
Compartías tu emoción,
Por eso de corazón
SE TE EVOCA EN TU AUSENCIA.
IV
Buscabas realización
pero de todo el conjunto
con un sentimiento adjunto
armonizabas la acción.
Brindabas satisfacción
Convirtiéndote en la guía
Y delegabas valía
sin que nadie te ovacione,
Que mereces te mencione
AL SER MADRE HOY TU DÍA.
V
Humana por ser tu esencia
Al arte le diste norte
proporcionabas soporte
A toda tu descendencia.
Irradiabas eficiencia
En tu horizonte confiable
Y por tu aura inmarchitable
Tenías lumbre de estrella,
Que imborrable es tu huella
POR TU AFECTO INAGOTABLE.
VI
Con tu poder infinito
Donde quieras que hoy resides
Como en justicia coincides
Líbranos del mal fortuito.
A todo mal inaudito
Hazme invisible mi vida
Más la meta consolida
Y se cumpla todo anhelo,
que de la tierra hasta el cielo
¡TE ABRAZO MADRE QUERIDA!

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