Darle horizonte al latido
Es muy santa bendición
Por eso con devoción
Proyectarla con sentido.
Que no haya tiempo perdido
Como aguda incompetencia
O llevarla a la inconciencia
Más bien que brille en la mente,
Y a diario llevar presente
ES LA ÚNICA VIVENCIA.

II

Si es que hay otra dimensión
Para luego del deceso
Transformado en carne y hueso
Debe haber otra expresión.
Si continua la acción
Ya nada sería igual
Nueva forma divinal
de la que no hay un testigo,
más al misterio me ligo
SI HAY ESPACIO ESPIRITUAL.

V

A su máxima potencia
Desarrollar su furor
Y con dilecto furor
Que no llegue a la inconciencia.
Muy lejos de la violencia
Darle aureola sideral
Y la aurora matinal
Brinde dicha por doquier,
Pues  tan sólo debe ser
PARA EL GOCE DEL MORTAL.

III

La muerte al cuerpo se aferra
Con el último suspiro
Y la esencia al dar un giro
Retorna todo a la tierra
El destino un campo cierra
Cuando el físico perece
Y lo no visto aparece
Asignado de  candores,
Y recibido es con  flores
SI LA PERSONA FALLECE.

VI

En un templo convertirlo
Siendo un núcleo de bondades
Y al irradiar cualidades
Desde el alma compartirlo.
Con el espíritu unirlo
Dando lumbre a su presencia
Y que irradie complacencia
tras el fuego que retiene,
Y a la que hoy día se tiene
NO ES IGUAL OTRA EXISTENCIA.

Que en un edén especial
Se eternice la energía
Pues no es dable tal valía
Que de pronto halla un final.
Siga en orbe sideral
Ajeno a las mezquindades
Y al trasmitir las verdades
Sea luz el  ser humano,
Y prosiga cual hermano
¡PERPETUANDO  REALIDADES!