Por tu don tan especial
De ser hombre generoso
Hoy que gozas del reposo
La tristeza es sin final.
No hay la energía vital
Que emanaba tu presencia
Más tu silente vivencia
Impregne luz  al estío,
Al dejar un gran vacío
ESPUES DE GRATA EXISTENCIA.

II

Por ser fuente de bonanza
Y empatía desbordante
 tu palabra fascinante
Dio una mística esperanza.
Delegaste tu enseñanza
En la senda prometida
Y tu afecto consolida
Un horizonte imponente,
Y un espíritu presente
ES QUE EMILIO, TU ERAS VIDA!

V

Nació a diario un sentimiento
 entre la tierra y tu entraña
y sin que sea una hazaña
Dio su fruto en el momento.
Generaste con talento
Una mañana extendida
Y  con  la flama encendida
Legaste jornada  amena,
Que en el alma  hay más que pena
AL EMPRENDER LA PARTIDA.

III

Hoy estás junto a ISABEL
Y a RENAUD que da un  consuelo
Más se sublima el anhelo
En el divino vergel.
Con realeza a flor de piel
Trasmite tu algarabía
Y con  fértil nombradía
Ilumina a toda mente,
que en  el fundo estás presente
SIENDO EL SOL DE CADA DÍA.

VI

Heredó tu noble ser
Un espacio de armonía
Y con tan fiel melodía
Hay la  dicha por doquier.
Fuiste luz de amanecer
Con humana consistencia
Y la voz de tu conciencia
Fue un latido casi a diario
más por tu afán solidario
EN NOSOTROS HAY TU ESENCIA.

En homenaje a tu entrega
En tu heredad hoy te canto
más no permitas quebranto
y tu solidez delega.
Tu calidez que sosiega
Que motive promisiones
Y en aras de proyecciones
Que se viva en unidad,
Y en honor a tu bondad
¡DIOS TE BRINDE BENDICIONES!