LOS PROMOTORES DEL MAL

Con tanta violencia, guerras, muertes que ocurre en el mundo entero ¿A dónde va a llegar la sociedad?

jana-28

Es fácil imaginar una destrucción  pausada pero que algún día irremediablemente va a llegar. En los momentos actuales se toman las armas muchas veces por necesidad pero en otras  con el fin de ser más poderoso y adquirir mayores riquezas porque no las tiene  bajo su suelo o el deseo de expansión. Para que esto no ocurra, el remedio está en nosotros mismos. Sucede que muchos de los problemas de la humanidad es por la ambición y se llega a las invasiones y los conflictos bélicos. Pero sin ir muy lejos, lo que ocurre en nuestro entono ya no tiene nombre. Diariamente se inventan sucesos, se enjuician por gusto, se levantan calumnias, se atacan por la espalda, se acusan y después de retractan con una facilidad que  ya se ha hecho común el insulto. Nadie puede demostrar sapiencia o querer ser alguien en la vida por que de inmediato le salen miles de opositores como si fuera un pecado grave querer lograr trascendencia. Da la impresión que nadie quiere que algunas personas marquen diferencias porque apenas se descuida, lo quieren sacar de carrera de manera descarada. Se utiliza la mentira como una arma para salir airoso en cualquier percance de la existencia. Ser enemigo de su propia sangre, ser juez del propio amigo, querer cortarles las alas a los demás para quedar bien con el jefe, es común en los momentos actuales, siempre y cuando se cuente con la complicidad del superior que tiene a sus informantes para poder reinar sin problemas. Este mal que cada vez se acrecienta es porque hay ciertos individuos que no tienen calidad humana. Podrán ser connotados hombres con una sapiencia única pero carente de todo tipo de humanidad. Esta es la causa por la que nadie puede trabajar seguro en su puesto laboral. Todo el mundo vive receloso y hasta saludan a los demás con una sonrisa, se abrazan, se besan en las mejillas pero todo es de la boca para afuera. Esas demostraciones de amistad no trasmiten afecto sino hipocresía.  Como reza dicho popular “nos vemos caras pero  no corazones”  Todos saben cómo deben portarse, no es necesario que se lo repitan, pero tienen muy adentro ese instinto de maldad que le brota de manera natural y como se juntan con otros iguales o peores, se forma un grupo que le causa terror a cualquiera. Es que el deseo de tener, ascender, ganar  aplastando a los demás es más fuerte que el mismo deseo de vivir. Hay quienes opinan que tratan de conseguir algo por encima de quien sea, la cosa es seguir adelante. Si es de buena forma, no esta  mal porque las personas deben tener fuerza de voluntad para conseguir sus metas. Pero si es hiriendo a nuestros semejantes. Estamos ante un caso muy denigrante para la especie humana. No es difícil vivir unidos, con empatía, ayudando a nuestro entono, dando la mano al que se lo merece, reconociendo el valor del verdadero talento, colocándolo en el umbral que  le corresponde. Si la vida es corta, para qué tanto laberinto. A nadie le dan un premio por ser malo. El amor es lo que debe primar en todo momento y ese es el afecto que debe existir desde el hogar hasta el Palacio de Gobierno, porque de lo contrario los resultados son nefastos. La familia o grupos humanos  que se desarrolla en ese ambiente hostil, también van a ser iguales. No hay eso que el padre era un convenido y los demás no. Todos son iguales porque se han criado en ese ir y venir  de codicia y oscuro porvenir. Por eso hay que ser bueno para ser formador de una descendencia con horizontes de humanidad, solidaridad y objetivos comunes.

 

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