El confesarte a mi edad
De lo mucho que te quiero
Es un reto verdadero
Porque te amo de verdad.
Es por eso en realidad
Lo que expreso no es sorpresa
En mi ser afecto pesa
Que me siento sin desliz,
Y extrañamente feliz
CUANDO ME SIENTO A LA MESA.

                             II

Tu sonrisa contagiante
Y modales femeninos
Me parecen más que trinos
Pues alegran mi semblante.
Te contemplo muy radiante
Y tu rostro me embelesa
Y hasta soy el que sopesa
Que por  siempre te he adorado,
Y al encontrarme a tu lado
LA VIDA A MI ALMA REGRESA.

                            IV

Por caminar a mi lado
En la misma dirección
Al haber fiel comunión
De ti sigo enamorado.
Aunque el tiempo ya ha pasado
Vuelvo a la primera vez
Y de pura intrepidez
A tus brazos tomo vuelo,
Y me voy al mismo cielo
AL NOTAR TU  PLACIDEZ.

Si está cerca tu presencia
No me agobia ni un tormento
Y tu palabra es aliento
Que a mi sufrir la sentencia.
Me produce complacencia
Tu afinada solidez
Y tu mágica altivez
Me da todo lo soñado,
que me siento iluminado
¡POR TU SANTA CALIDEZ!