La mente en el organismo
Con maestría gobierna
Si no hay la ruta fraterna
nace un cruel antagonismo.
Depende del fanatismo
Con que vive la persona
Porque si a diario razona
Irradia sus ideales,
Por eso hay intelectuales
¡QUE EL MUNDO ENTERO OVACIONA!
La mente es el órgano conductor de todo cuerpo humano. En tal sentido es muy importante definir la forma como alimentarlo, preservarlo y hacerlo creativo en toda su dimensión. Aparentemente parece todo fácil pero de acuerdo a la situación en que se vive donde la ausencia de valores es notable, la crisis mundial es agobiante, se requiere de fuerza de voluntad. La explotación, prepotencia, la amenaza de guerra es lo que ocurre a diario como también una inmensa corriente de inmoralidad, corrupción y abandono moral. Si se dice que a la mente hay que desarrollarla motivando la creatividad, en realidad no hay un ambiente positivo como para proyectarse al futuro con optimismo y con esperanzas de un mundo mejor. Claro que la realidad es otra, si el ser vegeta sobre sus laureles y vive como si lo hiciera en un mundo aparte, piensa a su manera y no le importa nada de lo que sucede a su alrededor y con tal que tenga trabajo, coma y duerma le es suficiente y de esa manera ser feliz. De ser así, el drama que ocurre en el mundo poco o nada le interesa. Más si es una persona de convicción, emprendedora, consciente de su misión en la tierra, con entrega a las grandes causas sociales y muy efectivo del rol que tiene que cumplir en su estancia fugaz en la tierra; tratará de hacer acopio de lo que circunda a su persona en pos de enriquecer su talento y afianzar su sapiencia, crecer en cualidades y bondades para ser útil a la sociedad y de esa manera justificar su venida a este mundo pasajero, convertido en un baluarte del nuevo mundo que todos reclaman. Es que el secreto de una vida realizada no reside en el exterior ni en otra galaxia, está en nosotros mismo y solo depende de nuestra actitud frente al diario transcurrir del tiempo y aptitud para cumplir con todo o que tenemos que hacer para lograr la gloria tan ansiada, que tarde o temprano llega solamente si es que lo merecemos.
Lo importante es llegar a saber con exactitud, para qué la persona es buena. Todos tenemos un innatismo en este planeta y somos capaces de desarrollar, atributos, aptitudes, actitudes, cualidades ya sea en la universidad de la calle donde dicta cátedra la experiencia o a través del saber académico. Una vez determinada cuál es la gran tarea que se va a realizar en la vida terrenal, es muy importante hacer acopio de conocimientos siempre actualizados. Vivir llenos de amor y paz a cada instante y en amplia libertad, democracia y justicia y lo que da al hombre, espiritualidad, humanidad, ternura, optimismo. Si no de lo contrario podríamos ser un sabio de excelente inspiración pero sin corazón y esa es la causa por la cual en los momentos actuales, la inteligencia, la ciencia humana, las grandes mentalidades de las inmensas urbes cosmopolitas que marcan el rumbo al universo, no utilizan su sabiduría para generar bienestar, sino para dar muerte a los que se atreven hacer respetar sus derechos que como humanos les corresponde. Es un reto difícil pero es lo que tiene que asumir todo ser humano si quiere dejar huellas para la posteridad sobre la faz de la tierra.
Frente a esta realidad mundial solamente resta decir, que todos podemos educar nuestra mente y lograr el máximo de su desarrollo por encima de todas las peripecias que abundan en estos instantes porque nadie ha venido para ser una carga más en la tierra, sino para vivir con altura como todo un ser humano de éxito y aperturar nuevas rutas de ventura y sosiego para las generaciones venideras. Para lograr tal cometido, el secreto está al alcance de todos aquellos que quieren servir al prójimo por ser la meta general del ser consciente. Adquirir más conocimientos, porque se esta en capacidad de hacerlo de igual a igual como todo mortal lo puede hacer. Con creces, crear su propia hoja de ruta, innovando, transformado lo existente y generando una cultura de invención y respeto a la dignidad humana. El saber con tecnología de punta, más creatividad humana, más proyección al futuro, da progreso de toda la humanidad y por ende, la majestuosidad del éxito.
La capacidad cognoscitiva del hombre debe ser motivada, engrandecida, utilizándola solamente para ofrendar la felicidad en el orbe planetario de manera equitativa, sin discriminación de raza, credo, color, país. En este sentido, el rol de todo ser humano y especialmente de la juventud es adquirir conocimientos de acuerdo al momento en que se vive, pero no convertirse en meros repetidores de lo mismo y así cumplir el ciclo de existencia que les toca a cada uno; sino lo fundamental reside en que cada cual forje su propia identidad, sapiencia, misiones y visiones en aras de solucionar los problemas del mundo y se proyecte al futuro con una nueva forma de vida, visualizando un porvenir y que será en beneficio de todos los seres vivos. Por supuesto que para emprender esta ruta y culminar con éxito es muy importante que se le apoye y gocen de completa libertad aquellos que tiene cualidades para trascender en el tiempo y el espacio porque si le ponen trabas, su esfuerzo cae al vacío y solamente queda como un grato recuerdo. Así parezca una utopía, pero es la única forma en la cual el hombre podrá demostrar toda su capacidad intelectual y ponerla al servicio de las grandes mayorías que están deseosos de igualdad, fraternidad y un mañana de dicha total. Lo que se convierte en una barrera infranqueable es que el país más rico siempre trata de serlo más y más y el pobre cada es más pobre. Las conquistas, las invasiones, los sometimientos a naciones vecinas, la ambición por la riquezas ajenas; son rasgos que marcan las características de algunos gobiernos. En este sentido el hombre utilizando su mente hacia horizontes benéficos, puede ser un gran rey de corona de oro y omnipotente señor con un reino sin límites, como también puede ser, por su tendencia al mal, esclavismo, coloniaje, vasallaje, el abuso de masas, y racismo despiadado; el más vil de los seres humanos y peor que cualquier alimaña inmunda si va por la ruta equivocada de la existencia humana y desciende a los oscuros abismos de la degradación del ser. Es que de la paz a la guerra es muy corta la distancia.
Como es sabido por una gran mayoría, que la bondad llama más bondad, el amor más amor, ocurre lo que pensamos. Por eso somos el fiel reflejo de lo que se genera en nuestra mente. Si se visualiza un espacio de superación derribando las fronteras que separan a los hombres de buena voluntad. Si se echa por tierra los indeseables límites y se arrojan del cerebro para siempre todo pensamiento negativo, llámase ambición, avaricia, injusticia, soberbia, etc.
El hombre se dará cuenta que aún es buen tiempo para vivir en acción comunitaria y hasta compartiendo lo poco que se tiene. Es que la pobreza no es enfermedad. Es producto del mismo abandono humano y del deseo descarado y egoísta de muchos de querer una pronta superación por encima de quien sea y pisoteando al desprotegido al por mayor, sin ninguna compasión. Se enlazan en una lucha encarnizada por dominar el planeta, ser potencia mundial, por conquistar otros mundos, mientras en la tierra la drogadicción y el hambre está matando a la juventud hasta de los países más desarrollados. Desde el umbral de su castillo de ilusiones y basado en la altura que la da la modernidad y su afán de posesión; desde ese altar de la muerte, tratan de dirigir los hilos que mueven a los países subdesarrollados como si fueran dependientes de ellos y títeres para su distracción y de paso cubrir con ellos sus más exóticas necesidades y caprichos de grandeza que cada cual tiene desde su deshumanizado atril. Es que muchas veces las cúpulas partidarias o círculos viciosos que protegen la corrupción, aquietan la euforia de aquel que surge con luz propia y trata de interpretar la melodía que unifica los sentimientos humanos.
La ciencia, tecnología, el arte y cultura que son reflejos de la mente cultivada, existen en toda latitud. No es propiedad solamente de las urbes gigantes la presencia de personas inteligentes. Si fuera así, en los países desarrollados todos fueran excelentes intelectuales. Existe hasta en los rincones más alejados del firmamento. Sino como nacen niños genios donde la incomodidad está a la orden del día. Es que está demostrado que donde hay más necesidad y es paupérrima la existencia, el hombre hace lo imposible por sobrevivir y en esa lucha constante por no morir de inanición y hambre. Su mente elucubra las más increíbles fórmulas, métodos y estrategias para capear el temporal con clase y seguir sobreviviendo en este valle de lágrimas donde tiene ventaja económica, no el más trabajador y honrado, sino el más vivo porque se acostumbró a vivir al amparo del poder y anda atrás de los políticos de turno para vender su conciencia y obtener ganancias como contraprestación a su silencio o servilismo increíble. Ante esta forma de vida; como el que negocia su libertad de expresión por dinero en los medios hablados, escritos y televisivos, ¿acaso no tienen mente?, ¡si la tienen! Más lo que pasa que está orientada hacia la obtención de dinero mal venido por costumbre que le viene desde la niñez en razón a una mala formación de su personalidad. Más tanta es la inconciencia que así lo insulten, le digan, lo que le digan, salte quien salte, sigue por el mismo camino porque cree que así esta bien y ni su misma familia le cambia de parecer. Lo que deja entrever que son de la misma calaña, pues de lo contrario, cómo se explica que opinen igual. Más la novela no queda ahí, porque la vida no se acaba mañana. Resulta que este errado existir se va impregnado en sus herederos lo que se está generando una nueva generación de vividores sin sangre en la cara y como los pupilos salen mejor que el maestro; es fácil de imaginarse el futuro que la espera a la sociedad. Siendo ésta la razón porque la corrupción no termina a pesar de tantas campañas de moralización, es que está enraizada en la sangre y solo cambiará la cosa, cuando los hijos de nuestros hijos vengan con otra mentalidad, porque la actual, sin pecar de pesimista, es muy difícil que cambien por que llevan el dolo como si fuese su apellido. No todos por supuesto, pero una gran mayoría que desgraciadamente el pueblo le dio el poder.
Después de todo lo expuesto se puede deducir que no siempre la adquisición de conocimiento de punta, da un hombre pleno de virtudes profesionales y humanas. Es que diariamente somos testigos de eminentes intelectuales que caen con las manos en la masa por coima al usuario, abuso de poder, las mentiras de los políticos de turno, las promesas incumplidas, la utilización del lenguaje florido para engañar a las masas, robos al Estado, apropiación de lo ajeno en forma sistemática, comercialización de drogas, abuso de autoridad, acoso sexual, suplantación de puestos. Indiferencia, ingratitud. Inclusive ya no es nada raro que miembros de las Fuerzas Armadas, la Policía, del clero, de religiosas; verlos envueltos con pruebas fehacientes en casos de esta índole. Lo que deja como resultado que ya no se puede tener confianza en nadie. A ese punto se está llegando. Más todo por qué ocurre, ¿no tienen cerebro? Son muy conciente de lo que hacen, sino que el delinquir ya se ha hecho una forma de vivencia que se nos ha pegado y al menor descuido, se toma lo ajeno porque se piensa que nadie se va a dar cuenta y todo ocurre en vista que somos demasiado vivos y los demás son tontos. Por eso es menester que se tomen cartas en el asunto en el mundo entero, desde la niñez en el hogar, en los colegios, los centros superiores de estudios técnicos y universitarios, la Iglesia, instituciones en general y asumir como un reto, la gran tarea de concientizar a la población para que se aplique la ley en toda su dimensión y nunca más sea el dinero el que quiebra su aplicación, por la que se hace necesario de urgencia crear una nueva mentalidad en la cual la moral y las buenas acciones sean el derrotero por la cual se encamine la humanidad por siempre. Es que la vida es estar en el partidor, partir juntos, correr de acuerdo a sus posibilidades físicas y mentales y llegar a la meta con honor, aunque sea en el último puesto pero con la frente en alto y una sonrisa en los labios que signifique la satisfacción del deber cumplido.
La insatisfacción del ser en su totalidad en la consecución de sus máximas aspiraciones, se origina porque hay quienes los atan de pies y manos y tratan de anular sus inquietudes solamente por intereses creados y origina que el hombre desvíe su verdadero rol sobre la tierra y tenga la tendencia generalmente a lo malo como una demostración de rebeldía ante la negación de su realidad. Por ello se hace muy necesario y más que nada de urgencia, una revolución social y mental de toda la humanidad, cimentando la identidad nacional en cada habitante del mundo. Es que si la ley no aquieta el desatino del hombre, entonces hay que solidificar con entereza sus valores humanos. Es que justamente ella es manejada y direccionada según el color del billete. Más en vista que los deseos de ser potencia son interminables y de manera global; en verdad la lucha no debe ser por más grandeza y dominio territorial, sino por la conquista de la conciencia y encaminarla hacia nortes de unidad mundial. Es que todo ser humano debe ser reserva moral hasta de los pueblos más alejados del orbe planetario.
Por eso, desde hoy y por lo siglos de los siglos, que exista la ambición por más calidad de vida y no sólo por dinero. El desarrollo humano y la creatividad por mayor bienestar, debe marcar el paso de los pobladores del planeta. El pensamiento no debe ser de ninguna manera el de acaparar todo estado social, sino de estrechar lazos con todos los pueblos del orbe con visión universal. La tentación de lo ajeno y lo “hago porque puedo” ojala que se borre del mapa psicológico del ser para siempre. La incomprensión y el vano entendimiento, es clamor popular que se retire a sus cuarteles de invierno y no retorne nunca. Prohibido ser el autor de nuestra propia desagracia, quebrando, rompiendo el ciclo vital de la existencia humana, adelantando las hechos, cuando todo tiene una razón de ser y el tiempo de cumplimiento ya viene estipulado por leyes físicas y divinas. El avance científico, tecnológico y la modernidad, vaya siempre a la par con la espiritualidad del ser, muriendo la apariencia y no proliferen los sabios pero con alma infernal. De esta forma la tierra no sea una estancia pasajera, donde el único fin es la riqueza mal venida, sino el fruto del trabajo concertado y con fines productivos para las grandes mayorías. Que sea el espacio donde todos puedan cristalizar sus más grandes sueños, metas, anhelos, deseos y realización personal. En este sentido la mente positiva, reflejado en la inteligencia e innovación, sentimientos y fuerza de voluntad, lleve al hombre al más alto umbral de la excelencia, que es lugar donde debe estar por ser la máxima expresión de la creación.