Por tanta modernidad
En que se vive de prisa
Poco existe la premisa
De crecer en sociedad.
Influye la vanidad
Y el ego brinda fulgores
Y forja los esplendores
Para su propio cimiento,
Y no al establecimiento
QUIEN ES FIJO EN SUS LABORES.

II

Se desempeña treinta años
Sin  un cambio en la función
Y sin más transformación
Se adueñó de sus peldaños.
Sus continuos desengaños
Le dieron  triunfo casual
 Más sin éxito parcial
Como uno más lo perfila,
Y en  la inercia se jubila
¡EL NOMBRADO PERSONAL!

V

Hay honrosas excepciones
Como ocurre en estos casos
Y no se evitan fracasos
En internas relaciones.
En el núcleo hay divisiones
Pues no falta el informal
Que va tras su pedestal
Originando un revés,
Y pensando en su interés
CON EL ENTE NO ES LEAL.

II

Es por eso que el ambiente
sin esperanza se ha vuelto
y ante el problema resuelto
uno nuevo sale al frente.
No hay la conducta prudente
Ni la medida sensata
Lo más oscuro se acata
Así no haya complacencia,
Y no ve su dependencia
CON TAL QUE GANE SU PLATA.

VI

Realiza su actividad
De mecánica manera
Y más por nada se esmera
En servir con calidad.
Sólo cumple en realidad
Sin aires emprendedores
Y sin buscar resplandores
En su camino va sólo,
Y de acuerdo al protocolo
A LA RUTINA ECHA FLORES.

Hay quien sin duda vegeta
Y su saber no  actualiza
Pero eso si se eterniza
Con su acción tan  obsoleta.
El dinero es su gran meta
Y lograr más posición
Pero nunca promisión
Con talento de verdad,
más si hubiera identidad
¡FLORECE LA INSTITUCIÓN!