Elevo mí frente al cielo
En aras de explicación
Por qué existe el desconsuelo
¡AJENO A LA INCOMPRENSIÓN!

Existe la explotación
En toda la humanidad
Por la cruel necesidad
Y en otras por ambición.
Hay quien busca la expansión
Y como una fiera en celo
Ataca sin más desvelo
Al que cumple con su ruta,
Y por ser mi fe absoluta
ELEVO MÍ FRENTE AL CIELO.

II

Siempre abusa el que es más fuerte
Y domina al indefenso
Que cualquiera está propenso
A ser víctima de muerte.
No se salva ni el inerte
O el que es toda elocución
Y termina su función
En tremenda mezquindad,
que atisbo en la soledad
EN ARAS DE EXPLICACIÓN.

III

Si con obras se enriquece
Merece hasta mucho más
Y por su entorno verás
El que menos no padece.
Más el ruin no resplandece
Y muy débil es su vuelo
Y al no cumplirse el anhelo
Lo persiguen las querellas,
que pregunto a las estrellas
POR QUÉ EXISTE EL DESCONSUELO.

IV

Todo escaño es pasajero
Que precisa disfrutarlo
Pero nunca derrocharlo
En el placer más artero.
Hay que alumbrar el sendero
En aras de promisión
Y en aquella proyección
Que no halla el de aureola ingrata,
Pues nunca vive el de plata
¡AJENO A LA INCOMPRENSIÓN!

V

Hay quien se forja su mundo
Encima de la pobreza
Y denotando entereza
Da su mensaje profundo.
Más no falta el infecundo
Que prodiga su maldad
Y sin mínima piedad
Su bajeza consolida,
Y del prójimo se olvida
TAN SÓLO POR MEZQUINDAD.

VI

Tan sólo se ven las caras
Pero el corazón ni en sueños
Por eso ante los empeños
Abundan medidas raras.
No se ven las cuentas claras
Por ser muy falso el matiz
Y se da paso al desliz
Que unos piden con furor,
Es que causando dolor
¡HAY QUIEN VIVE MUY FELIZ!