Al no dejarme quererte
de pensarlo me da pena
sí llegaría a perderte
cruel sería mi condena.

Que has nacido para mi
no tengo ninguna duda
por eso a Dios pido ayuda
de lo que siento por ti.
Lo que yo te prometí
al llegar a conocerte
demostrarlo quiero al verte
más me niegas tu presencia,
pues renuncio a mi existencia
al no dejarme quererte.
II
La verdad te necesito
pues sin ti no tengo paz
con tu cariño solaz
veo cerca el infinito.
Eres casi como un mito
y mi ser de fe se llena
al ansiar la dicha plena
sé que tu lograrás darme,
más sin poder ni escucharme
de pensarlo me da pena.
III
No sé por qué tú te alejas
si no es delito adorarte
por qué yo no puedo amarte
como lo hacen las parejas.
Mis heridas son añejas
que me muero por tenerte
y mi dolor se revierte
en mi esperanza perdida,
ya no quisiera la vida
sí llegaría a perderte.
IV
Reflexiona y mira al mundo
al ser yo quien hoy más te ama
y al instante te reclama
para darte amor profundo.
Es mi afecto muy fecundo
a la gloria se encadena
te daré la ruta amena
de mi fuente de alegría,
sí me dejaras un día
cruel sería mi condena.
V
Rompe todas las cadenas
de mi triste sufrimiento
dame un poco de tu aliento
y las noches más serenas.
Bríndame las tardes buenas
el fulgor de tu cariz
elimina mi desliz
con tu bello amanecer,
que solo tu gran mujer
podrás hacerme feliz.